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COVID-19: su estómago también podría estar en riesgo

Pesquisa Javeriana | 23 de noviembre del 2020
 

Además de los conocidos síntomas como fiebre, tos seca o dificultad para respirar que produce la COVID-19, también puede sorprender con signos como náuseas, vómito y diarrea. Gastroenteróloga javeriana explica cómo afecta esta enfermedad a su estómago.


Derechos de Autor: iStock

Coronavirus anteriores al SARS-CoV-2, como el SARS-CoV-1 y el MERS, en su momento reportaron la presencia de síntomas gastrointestinales en las personas que los padecieron, como diarrea, náuseas, vómito y dolor abdominal. Aunque en el actual coronavirus estos síntomas han sido reportados en menor proporción, esta sintomatología también puede preceder a las manifestaciones respiratorias de la COVID-19, dice la doctora Ana María Manzano, médica internista y gastroenteróloga del Hospital Universitario San Ignacio.

Después de hacer una revisión científica de los hallazgos alrededor de este virus y su relación con el tracto gastrointestinal, la experta brinda información detallada para tener en cuenta en el manejo y cuidado de sus manifestaciones en el cuerpo.

Radiografía

"Fueron dos días sin apetito, con náuseas y vómito. Alcancé a pensar que estaba embarazada", dice Juliana*, de 29 años. "Una prueba de sangre y otra de orina descartaron esa posibilidad. Sin embargo, los síntomas persistían ¿Una gastroenteritis, tal vez?", narra la publicista. Ella no sospechaba el hecho de tener COVID-19, había tenido todos los cuidados y, según comenta, no habría explicación alguna para adquirirlo. Sin embargo, tras una prueba de PCR para diagnosticar coronavirus, el resultado fue positivo. "Para mí fue una sorpresa, no tenía ninguno de los síntomas comunes (fiebre, tos seca, cansancio; u otros más fuertes como dificultad para respirar, dolor de garganta, de cabeza, etc.)". Entonces, ¿era asintomática? No, las náuseas, el vómito y la falta de apetito hacían parte de una gama de signos que desconocía. "Así es este virus, llega sin avisar y se manifiesta de formas que creo que ni la ciencia ha logrado entender", agrega Juliana.

El primer caso documentado de este tipo fue el de un joven de 35 años en Estados Unidos, señala la doctora Manzano. Él tuvo síntomas gastrointestinales como vómito, diarrea y dolor abdominal antes de presentar los comunes efectos respiratorios.

¿Por qué la afectación estomacal? Según explican los expertos, la enzima (agiotensina-2) por medio de la cual ingresa el virus, está presente en gran medida en diferentes tramos del tracto digestivo, como por ejemplo el intestino delgado, lo que puede explicar la presencia del virus en esta parte del cuerpo, argumenta Manzano.

En cuanto a la afectación que tiene el virus en el hígado, se ha visto que del 14% al 53% de los pacientes con COVID-19 reportan lesión en este órgano y, dice la experta, la mayoría de las alteraciones a este nivel son transitorias y leves. Además, en la revisión de la literatura científica notó que muchas de ellas apuntan a que el compromiso hepático puede ser secundario y no directamente generado por este coronavirus, sino por el mismo tratamiento farmacológico para tratarlo; por los estados de hipoperfusión (que no le llega buen aporte sanguíneo al hígado), o por la severa reacción del sistema inmune para contrarrestar la infección. Estos y otros factores que siguen en estudio podrían explicar la disfunción hepática, explica la especialista.

Los medicamentos antivirales pueden generar síntomas gastrointestinales como diarrea durante el tratamiento contra COVID-19

Efectos del tratamiento


Hay otros síntomas gastrointestinales que pueden presentarse durante la enfermedad y son efectos asociados a la terapia o tratamiento indicado para manejo de la COVID-19. Con respecto a los medicamentos antivirales, pueden generar síntomas gastrointestinales como diarrea durante el tratamiento, gastroparesia (dificultad durante la digestión), dolor abdominal, inflamación del páncreas (pancreatitis), entre otras patologías. Por eso, no hay que desestimar la aparición de estos signos asociados a la terapia en esta enfermedad, comenta la experta.

¿Qué dice la ciencia?

El primer estudio que reportó 140 pacientes con Covid-19 y síntomas gastrointestinales clasificó 82 de los casos como no severos y 58 casos como severos, del cual el 36,9% mostró síntomas gastrointestinales, siendo los más frecuentes: náuseas, diarrea y pérdida del apetito. Otra investigación, con datos de 1.099 pacientes de 552 centros médicos en China, encontró que la frecuencia de síntomas gastrointestinales era baja, pues estaba presente entre el 3.8% y 5% de las personas evaluadas. Sin embargo, una de las limitantes del estudio, según explica la gastroenteróloga, es que era solamente descriptivo.

En razón de lo anterior, en un nuevo estudio tomaron muestras de materia fecal a todos los pacientes que ingresaban a hospitalización y que eran confirmados como positivos para coronavirus, con el fin de saber si había presencia de éste en las heces. De los 73 pacientes objeto de la pesquisa, se encontró que en el 53% había evidencia de material genético del virus. Incluso, esta pesquisa evidencia que aun cuando ya habían dado negativos para COVID-19 en las pruebas de tracto respiratorio, la muestra en materia fecal podía seguir siendo positiva. Sin embargo, señala Manzano, eso no concluía nada de que hubiera todavía replicación viral activa y que estos pacientes no pudieran ser dados de alta. Según datos de pacientes con PCR positivo en vía aérea y en tracto digestivo, las pruebas de materia fecal indican que las partículas del virus pueden sobrevivir por más tiempo en el tracto gastrointestinal, lo que quiere decir que, a pesar de ser negativos para coronavirus, en heces puede aparecer positivo. "Incluso, hay algunos estudios que dicen que la carga viral en heces puede durar hasta 23 días", informa la médica.

Si un paciente está bajo aislamiento porque tiene la presencia de la enfermedad, lo ideal es que pueda tener un baño personal.

¿Se puede transmitir el virus de forma fecal-oral?

Este tipo de transmisión puede darse de cinco formas de acuerdo con varios estudios, explica Manzano: a través de los dedos, moscas, fluidos, superficies y comida, y este virus cumple varias. Sin embargo, no hay evidencia concluyente hasta ahora que confirme la transmisión del SARS-CoV-2 de esta forma.

Sin embargo, es recomendable implementar todas las medidas higiénicas. Debe haber una desinfección frecuente de áreas compartidas, si un paciente está bajo aislamiento porque tiene la presencia de la enfermedad, lo ideal es que pueda tener un baño personal. Se sugiere, además, que este lugar sea usado por otras personas solo 14 días después de haber salido de hospitalización o de pasar el aislamiento en casa.

Otras consideraciones

En cuanto a la solicitud de exámenes endoscópicos, argumenta Manzano, hay ciertas restricciones. "Hay procedimientos de alto riesgo como la broncoscopia y la endoscopia digestiva superior, que sería mejor evitarlas", señala. Por eso, sugiere que las personas solo se realicen procedimientos de urgencia: cuando se presenta sangrado gastrointestinal, colangitis (cálculos que impiden el paso de la bilis que produce el hígado) y extracción de cuerpo extraño. Estos procedimientos, de igual manera, implican riesgos para el paciente y para el equipo que los realiza.

En casos de pacientes programados y no de urgencia, se hace un triage pre-endoscópico y el día de la cita se toman las medidas de bioseguridad correspondientes, toma de temperatura, etc. Así se reduce el riesgo para el personal médico encargado.

Finalmente, no hay que desconocer que la aparición de síntomas gastrointestinales puede asociarse al estrés que ha condicionado esta pandemia. Por eso, afirma la doctora Manzano: "no es ser exagerado, hay que ver todas las posibilidades, pues aún estamos tratando de entender el comportamiento del virus y hay muchas dudas por resolver y síntomas que pueden o no estar asociados a la enfermedad"


Fuente: Pesquisa Javeriana