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HE PENSADO QUE…
Por: Padre Eugenio Antonio Gómez Caycedo, S. J. - Director de Auditoría Interna de Gestión
Jun 09 2016
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He pensado que… el lema del Hospital San Ignacio: "Ciencia y Tecnología con Proyección Social" es un ideal que, para que sea una realidad, es necesario que todos y cada uno de nosotros lo traduzca en acciones concretas, que por insignificantes que parezcan, no son tales. 
 
Hablar de proyección social resulta muy difícil en un mundo individualista, donde se fomenta el despilfarro, se alienta el consumo desenfrenado y muchos de los que pregonan proyectos sociales terminan convirtiéndolos en medios de enriquecimiento personal y empobrecimiento colectivo. 
 
El Papa Francisco, en su maravillosa Carta Encíclica, titulada «Laudato si', mi' Signore» – «Alabado seas, mi Señor», del 20 de mayo de 2015, sobre "El cuidado de la Casa Común", hace una detallada descripción de los efectos de la ciencia y la tecnología en el mundo actual: de los males que nos aquejan y al mismo tiempo de los grandes beneficios que está en nuestras manos disfrutar.
 
"La humanidad ha ingresado en una nueva era en la que el poderío tecnológico nos pone en una encrucijada. Somos los herederos de dos siglos de enormes olas de cambio... la medicina moderna… las biotecnologías… Es justo alegrarse ante estos avances, y entusiasmarse frente a las amplias posibilidades que nos abren estas constantes novedades, porque «la ciencia y la tecnología son un maravilloso producto de la creatividad humana donada por Dios» (Laudato sí, 102).
 
Entre los temas tratados por el Papa, está el de la contaminación producida por los residuos: domiciliarios y comerciales, de demolición, clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos… Y dice al respecto que "la tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería" (Laudato sí, 21).
 
En nuestro Hospital hay que dar de baja muchas medicinas e insumos. Es normal que se produzcan residuos que hay que desechar. Pero no todo es resultado del proceso natural asistencial y administrativo. Hay no pocas pérdidas que son resultado de la falta de interés y del descuido, que, al afectar económicamente a la institución, afectan también a los usuarios porque los servicios resultan más costosos. Si esto no nos preocupa es una muestra de que la "proyección social" no nos importa.
 
Gracias a Dios, la gran mayoría de nosotros valora sus aportes al bien común, aunque sean aparentemente pequeños, como lavarse las manos, ser puntual, colocar todos los datos que requiere una fórmula, una factura, un informe etc. No es poco el tiempo y el dinero que se pierde por incumplir los requisitos de estos papeles. 
 
Cuando asisto a un "Comité de farmacia" en el cual se estudia la posibilidad de autorizar el uso de un medicamento, puedo constatar el empeño que se pone para que la ciencia y la tecnología se pongan al servicio de los usuarios: las decisiones se apoyan en estudios científicos, no en la propaganda ni en la moda; y se busca que los precios posibiliten los tratamientos, dando prioridad al bienestar del enfermo.
 
La "Casa de Cuidados Paliativos", recientemente inaugurada por el Hospital, es una realización concreta de nuestro lema, porque es fruto de la Ciencia y Tecnología médicas, pero orientadas al alivio del dolor físico y espiritual del enfermo y pensadas para dar asesoría a él y a sus allegados, sobre la mejor manera de vivir el proceso de la enfermedad.
 
Hemos repetido tantas veces nuestro himno, que lo sabemos de memoria. No son palabras que el viento se llevó sino compromisos que significan que propendemos por "ciencia y tecnología con proyección social".