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HE PENSADO QUE…
Por: Padre Eugenio Antonio Gómez Caycedo, S. J. - Director de Auditoría Interna de Gestión
Sep 16 2016
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El plebiscito anunciado es una oportunidad para hacer un examen de nuestras motivaciones.
 
San Ignacio de Loyola, patrono de nuestro Hospital, pone esta frase al comienzo de su libro: "Ejercicios Espirituales para vencer a sí mismo y ordenar su vida sin determinarse por afección alguna que desordenada sea".
 
Aplicado lo anterior a la determinación que tomemos en torno al plebiscito, no deberá nacer de lo que San Ignacio llama "afecciones desordenadas".
 
Y el obstáculo mayor para tomar una decisión no viene de fuera ni radica en la falta de conocimientos sino en las "afecciones desordenadas".
 
Hablar de paz, justicia, igualdad, fraternidad, dignidad, salud, derechos humanos, etc., es relativamente fácil, mientras no nos veamos afectados ni comprometidos.
Abocados a dar, en un plebiscito, nuestro voto positivo o negativo, debemos examinar "¿qué nos mueve" a responder SÍ o NO o a ABSTENERNOS?
¿Prima el bien común sobre el individual? Nos impulsa el amor, el respeto, los sentimientos de solidaridad o el rencor, el pesimismo, el temor de perder privilegios, el apego a la vida cómoda. ¿Ande yo contento y muérase la gente?… o ¿he venido para que todos tengan vida y la tengan en abundancia?
 
Lo que dentro del vocabulario empleado por San Ignacio se denomina "discernimiento" y "búsqueda de la Mayor Gloria de Dios" en nuestras decisiones, no se logra sin un adiestramiento.
 
Es lo que Ignacio espera logre "el que hace los Ejercicios". Para explicar de qué se trata, parte de una vivencia que todos tenemos y que, terminados los recientes Juegos Olímpicos, nos es familiar: compara su propuesta de Ejercicios Espirituales acudiendo a la experiencia, de todos conocida, de los ejercicios corporales.
"Porque, así como el pasear, caminar y correr son ejercicios corporales, por la misma manera, todo modo de preparar y disponer el alma para quitar de sí todas las afecciones desordenadas y, después de quitadas, para buscar y hallar la voluntad divina y la disposición de su vida para la salud del alma, se llaman ejercicios espirituales" (Ejercicios Espirituales, n.1).
 
Los Ejercicios Espirituales pretenden quitar obstáculos y disponer, a quien los pone en práctica, para tomar decisiones acertadas.