La EXCELENCIA es uno de los VALORES que hacen parte de nuestra Plataforma Estratégica y se define así: "Realizamos nuestro trabajo con óptima calidad y sobresaliente bondad" (Cartilla Institucional 2016, página 10). Tal EXCELENCIA se ha ido logrando a lo largo de los 75 años que han trascurrido desde el día de la Fundación de nuestro Hospital hasta hoy; pero al mismo tiempo constituye un ideal nunca definitivamente alcanzado porque siempre está presente el "magis", el cual no es una más de las características de las instituciones inspiradas por la Compañía de Jesús, sino que debe estar siempre presente en todas, como lo estuvo en la vida de San Ignacio de Loyola, quien se autodenominó "el peregrino": un apelativo muy apropiado para él, porque siempre se encaminaba buscando el mejor servicio del prójimo, el bien más universal y los medios apostólicos más conducentes.

He pensado que, entre los muchos significados que pueden atribuirse a la palabra "excelencia", nuestro Hospital subraya la "calidad" y la "bondad", a las cuales les añade los calificativos "óptima" y "sobresaliente".

Al celebrar, los 75 años de existencia de nuestro Hospital, junto con los 75 años de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana, es de suma importancia dirigir la mirada hacia la "excelencia del talento humano" y plantearse la pregunta acerca de la calidad y bondad de las personas.

Pienso que no basta con que tengan toda suerte de conocimientos científicos, y que sean expertas en la aplicación de las más avanzadas tecnologías y en el manejo de toda suerte de aparatos. Será necesario analizar sus comportamientos, sus actitudes y su sistema de valores.

Los resultados positivos y negativos de dicho análisis del talento humano, llevan a pensar en el tipo de formación que se ha ofrecido y ofrece a las personas. La interacción entre las instituciones educativas (Facultades de Medicina) y las instituciones asistenciales (hospitales y clínicas), ofrece posibilidades para una educación integral que reúna teoría y práctica; contacto con los libros y con los pacientes, desarrollo de la cabeza y el corazón. Si el encuentro del profesor con los alumnos se realiza tanto en el aula como en ejercicio de la profesión, se logra un aprendizaje que va más allá de la adquisición de conocimientos y habilidades, puesto que allí se muestran comportamientos y valores de unos y otros y se pone a prueba la calidad y la motivación de las personas.

Hay en el evangelio muchos pasajes que ilustran acerca de los criterios con los cuales se juzga a la gente: uno es el del Samaritano, extranjero despreciado por los nacionales, a quien Jesús califica de ser el verdadero prójimo del hombre asaltado y herido en el camino, "porque hizo con él misericordia". Otro relato es el de la viuda pobre, quien dando tan solo dos moneditas fue más generosa que los adinerados que donaban lo que les sobraba. Esto dos ejemplos ilustran en dónde radica la excelencia: más en el amor con que nos entregamos que en las cosas que damos.