Temas
del Mes

Desde mediados de noviembre nuestras ciudades se han ido llenando de luces y variados colores; ha cambiado la música y las decoración de las vitrinas de los almacenes ha ido enriqueciéndose: es la Navidad. Son tan abundantes las señales de que estamos en Navidad, que nadie puede decir que no se ha dado cuenta. Los contemporáneos de Jesús eran muy dados a pedirle señales. Las tenían en abundancia y sin embargo les faltaban ojos para ver y oídos para oír.
Celebramos la Navidad o nacimiento de Jesús, cuyo nombre significa "Salvador" y cuya misión Jesús mismo resume diciendo: "he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia". Sin embargo, como sucede con todos los signos, con el tiempo van perdiendo su significado y hasta su nombre: y así la noche del 7 de diciembre se llama "la noche de las velitas" y el atractivo de la época de Navidad en las ciudades es "el alumbrado".
Quizás pensemos que no es posible celebrar la Navidad en un hospital. Sin luces, música, disfraces, baile; sin cena de Navidad y estando como está todo mundo ocupado en atender a los pacientes. La señal que dio Jesús a los enviados de Juan Bautista de que él era el Salvador esperado fue: "Vayan, y díganle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y se anuncia la buena noticia a los pobres". (Lucas 11, 22) Le reprochaban a Jesús porque, a pesar del mandato de descansar, curaba en sábado. Aquellos doctores conocían al pie de la letra todas las leyes y daban signos visibles de que las tenían presentes en todo momento. Se mostraban cumplidores hasta del mínimo detalle: pero concentrándose en los signos, descuidaban el significado de los mismos.
"El jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la multitud: «Los días de trabajo son seis; vengan durante esos días para hacerse curar, y no el sábado». El Señor le respondió: «¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no desata del pesebre a su buey o a su asno para llevarlo a beber? Y esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo aprisionada durante dieciocho años, ¿no podía ser librada de sus cadenas el día sábado?" (Lucas 13, 14-16)
Refiriéndose al LOGO del Hospital, dice nuestra Cartilla Institucional: "El logo – símbolo del HUSI expresa la misión de proveer la salud y atención médica al ser humano en forma integral, exaltando la vida de la persona, su preservación y calidad." (p. 7)
Otro de los elementos que empleamos como signo en nuestra institución es EL VESTIDO. En el HUSI hay una gran variedad de uniformes: blancos, verdes, grises, azules etc. que nos permiten distinguir a médicos, enfermeras, cirujanos, administradores, internistas etc. A esto se añaden escudos, carnés, logos etc. Pero todos esos "signos", tienen "significado". Aparte de las ventajas prácticas que puede tener uniformar a la gente, quien porta ese traje debe ser consciente de que se identifica con una misión, unos objetivos, unas actitudes y que aunque se conozcan todos los manuales, normas y protocolos, serán letra muerta si no se hacen realidad los significados. La señal que da Jesús a la gente para identificar a los suyos es: "en esto conocerán que son mis discípulos: en que se amen unos a otros, como yo los he amado".
Pienso que el HUSI es el lugar privilegiado para celebrar la venida de Jesús, porque en él se cumple el objetivo para el cual nació él: "YO HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA Y LA TENGAN EN ABUNDANCIA" (Juan 10,10).
Lo palpo en la ternura de las madres que arrullan a los bebés como lo hizo la Virgen María con su hijo. Estas escenas me evocan la contemplación que nos propone San Ignacio de Loyola en su libro de Ejercicios Espirituales: "ver a nuestra Señora, y a José… y al niño Jesús después de ser nacido, haciéndome yo un pobrecito y esclavito indigno, mirándolos, contemplándonos, y sirviéndolos en sus necesidades, como si presente me hallase, con todo acatamiento y reverencia posible…" (Ejercicios Espirituales de San Ignacio, 114).
Bienvenidos los adornos, luces, colores, pesebres, novenas, abrazos, regalos, comidas, fiestas, paseos y todos los signos que acompañan a la Navidad, con tal de que no pierdan su significado: QUE TODOS TENGAN VIDA Y LA TENGAN EN ABUNDANCIA.