Las calles iluminadas, los centros comerciales arreglados con adornos y luces, las decoraciones en los sitios de trabajo, los regalos, las promociones, la música y las tarjetas anuncian que se acerca la Navidad. Todas estas especiales manifestaciones están fuertemente marcadas por un ambiente "comercial". Se está haciendo comenzar la Navidad en septiembre - octubre, generando, que, en ocasiones, olvidemos la esencia y origen de la Navidad.

Como nos comentaba el Padre Santiago Jaramillo S.J., hace unos años: "Los símbolos cristianos de la Navidad son: el Pesebre, ante todo, ya que escenifica el Misterio del Nacimiento del Señor e invita a la oración. El Árbol de Navidad, símbolo de Cristo, árbol de vida y luz del mundo. La Corona de Adviento con la luz que va incrementándose al ir encendiendo cada domingo de Adviento una vela más, hasta que el cuarto domingo se encienden las cuatro velas". Además, en nuestro país se acostumbra a orar en 9 noches una serie de oraciones (la Novena) que nos recuerdan la esencia y secuencia de los hechos que concluyen con el nacimiento del Señor, el 24 de diciembre.

En nuestro querido Hospital celebraremos la Novena, bajo la orientación de nuestro grupo de Servicio Espiritual, y tendremos oportunidad de compartir con nuestros colegas, compañeros y compañeras de trabajo la historia del Nacimiento de Jesús, con oración, villancicos y alegría; es bueno tomarnos una pausa en nuestras labores, para alrededor del Pesebre, fortalecer los lasos que nos unen en esta Comunidad de Servicio.

El Papa Francisco alentó a los peregrinos de tantas partes del mundo a "custodiar la alegría de la Navidad, encontrando en la oración al Príncipe de la Paz, que desea hacerse cercano a todos". "Deseo a todos que resplandezca, en vuestros corazones y sobre vuestras familias y comunidades, la luz del Salvador, que nos revela el rostro tierno y misericordioso del Padre Celeste".

En nombre de las Directivas del Hospital un abrazo fraterno de agradecimiento a todas y todos por el esfuerzo realizado, los indicadores en atención al usuario, calidad, asistencia y resultados financieros, que superan ampliamente los del año anterior; en una época de dificultades, son un logro de todas las personas que prestamos nuestro servicio en el Hospital Universitario San Ignacio. Regocijémonos en familia con la alegría del deber cumplido y la seguridad de que iniciaremos el 2019 con un nuevo impulso, para que los logros de este año los superemos para el bien de nuestros usuarios.

Debemos destacar el servicio generoso de quienes todos los días, desde los puestos administrativos o asistenciales, brindan un servicio cálido, profesional y oportuno a todos nuestros pacientes, sorprendiendo con su ejemplo de abnegación y dando más amor del que reciben. Ellos y ellas son nuestro modelo a seguir, porque las instituciones grandes las hacen las personas que en el día a día cuidan los pequeños detalles que hacen la diferencia.

Finalmente, siguiendo el mensaje del Papa: "Estrechemos entre los brazos al Niño Jesús y pongámonos a su servicio: Él es fuente de amor y serenidad", les invito a que en la Nochebuena y en la Noche de Año Viejo, junto con nuestros deseos concretos, invoquemos una oración para que en el nuevo año recibamos abundantes bendiciones que nos ayuden a ser más felices, para irradiar hacia nuestros compañeros y usuarios, la alegría que reconfortará y aliviará a quien sufre por la enfermedad o el dolor. Para encontrar el más profundo significado de la Navidad en el amor por quienes nos rodean.

A TODAS Y CADA UNA DE LAS PERSONAS QUE TRABAJAN EN EL HUSI, A NUESTROS PACIENTES Y A SUS FAMILIAS, UNA FELIZ NAVIDAD 2018 Y UN NUEVO AÑO 2019 LLENO DE AMOR, ALEGRÍA Y FORTALEZA.