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He pensado que…
Por: Padre Eugenio Antonio Gómez Caycedo, S.J.
Mar 01 2019
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Hay que enriquecer nuestro vocabulario


Decía en el pasado Boletín que "hay que llamar las cosas por su nombre", como una invitación a no aceptar que se trate de convertir en bueno lo que es malo, mediante el cambio de nombre.

Hoy, la invitación es a enriquecer nuestro vocabulario llenándolo de significado. La semántica o ciencia del significado, nos ayuda a descubrir la riqueza de nuestro idioma, mostrándonos el origen y la evolución de las palabras que usamos, su etimología, la integración entre los pueblos, sus derivados y sinónimos, su relación con las costumbres y acontecimientos históricos, etc.

Las facilidades que hoy tenemos para entrar en contacto con gente de todo el mundo, pueden ser una ocasión para enriquecernos, pero también pueden empobrecernos, según sea la forma de relacionarnos. Los "emoticonos", como lenguaje universal, hacen innecesarias las palabras, y algunas de ellas como libertad, igualdad, fraternidad, democracia, bien común, etc., han perdido su significado, porque se ha encontrado la manera de que sean la justificación de toda clase de esclavitudes.

Empobrecemos nuestro vocabulario cuando llamamos "matasanos" a los médicos, "sacamuelas" a los odontólogos¸ "cuchos" a los ancianos, "viejas" a las mujeres; lo empobrecemos cuando denominamos los miembros de nuestro cuerpo con las mismas palabras que empleamos para los animales: Las "patas" en lugar de los pies, "jeta" para la boca, etc. Y aunque parezca lo contrario, es pobre nuestra manera de expresarnos cuando usamos "términos técnicos" para comunicarnos, que solo entiende el que habla y cuyo significado es desconocido para el interlocutor.

Nuestras palabras son ricas en contenido cuando están cargadas de afecto, cuando son expresiones de amor y respeto; cuando van acompañadas de una mirada atenta, una actitud de escucha, un rostro sereno, una sonrisa sincera.

La revista "JESUITAS 2019", anuario de la Compañía de Jesús, se centra este año en la juventud. Presenta experiencias de jóvenes de todo el mundo, inspirados por el MAGIS de San Ignacio, una palabra cuyo significado no se agota con su etimología y traducción, sus sinónimos y derivados, es parte integrante de la vida.

Si alguien nos pregunta que significa para nosotros la palabra HUSI, creo que no respondemos simplemente diciendo que es una sigla, resultado de tomar las letras iniciales de Hospital Universitario San Ignacio. Para nosotros, significa mucho más: "Entonamos con orgullo y con amor: somos familia en el HUSI; excelencia, saber y servir, con fraterno sentido social; humanitarismo, honestidad; trabajo tesonero, con ética y todo el corazón". No creas que son solo palabritas que se dicen nada más. Te quiero HUSI, como nadie te ha querido, te quiero como nadie te querrá.