Temas
del Mes

He pensado que…
Por: Padre Eugenio Antonio Gómez Caycedo, S.J.
Apr 01 2019
vistas
He pensado que la famosa frase "usted no sabe quién soy yo", tiene mucha importancia en nuestro Hospital.
 
En primer lugar, ¿Sabe usted quién es el otro? ¿Sabe usted quién es el usuario, el paciente o sus allegados?
 
Ellos acuden al Hospital buscando una solución para sus problemas de salud, se sienten  adoloridos y en peligro; les angustia esperar porque temen que la demora agrave su estado. Pueden con toda razón preguntar ¿Usted sabe quién soy yo? ¿Sabe que soy pobre, que vengo de lejos, que soy una madre o un padre que respondo de unos hijos que me necesitan? que ¿Soy una mujer víctima de la violencia? ¿Sabe cuánto tiempo he tenido que esperar para lograr una cita? ¿Usted sabe que soy joven y estoy desilusionado porque me diagnosticaron una enfermedad incurable?
 
¿Sabe quién es la persona que trabaja en el Hospital?:
 
¿Trabaja en la vigilancia, en el aseo, en mantenimiento, en una oficina? ¿Conoce algo de su historia? ¿Sabe que, aparte de las responsabilidades de su oficio, tiene una familia? ¿Sabe dónde vive y qué tiene que hacer para cumplir con su horario de trabajo? ¿Sabe que para algunas personas el empleado es el trompo de poner chivo expiatorio cuando las cosas no resultan como quisieran y lo tratan mal en ocasiones por cumplir con su deber? ¿Sabe que aparte de las tareas que desempeña tiene otras actividades complementarias como reuniones, capacitaciones, informes, evaluaciones, etc.? ¿Sabe que para un diagnóstico y remedio es normal que intervengan profesionales de la salud de varias especialidades y que tienen que
echarse sobre sus espaldas graves responsabilidades? ¿Sabe que son culpados cuando las cosas no salen a pedir de boca?
 
En segundo lugar, ¿Quién soy yo para el otro? ¿Qué opina de mí?
 
Hay muchas personas que sienten que la manera como son tratadas en el HUSI es excelente, ponderan la atención oportuna y amable, la calidad humana y científica de sus profesionales. Esto nos estimula para ser cada vez mejores. Pero hay también inconformidades que no siempre se canalizan a través de los medios establecidos, por temor a retaliaciones. Y en este aspecto basta con que sea un individuo, para que la apreciación sobre quiénes somos sea negativa.
 
Los discípulos de Juan Bautista le preguntaron a Jesús: "¿Eres tú el que ha de venir?" y su respuesta fue remitirlos a la forma como había actuado:
 
"Vayan y cuéntenle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva" (Mateo 11, 4-6).
 
Un hospital es un lugar privilegiado para conocer a los seres humanos y para poner a prueba si es verdad lo que cada uno piensa de sí mismo. Por eso, San Ignacio de Loyola consideró de suma importancia en la formación del jesuita, el servicio en los hospitales.