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Aprenda a cuidar el sistema gastrointestinal, le puede salvar la vida

El Colombiano | 9 de mayo del 2023
 

Se ha demostrado que el intestino tiene neuronas al igual que el cerebro y que la microbiota es el segundo órgano más grande después de la piel. Es importante y vital cuidar de su estómago y del sistema gastrointestinal.

Tener una buena salud gastrointestinal le hará la vida más fácil. En este sistema se encuentran órganos vitales como el intestino, considerado el segundo cerebro del cuerpo humano. Le dicen así porque al igual que el cerebro, tiene neuronas y un sistema nervioso llamado entérico, que actúa independiente del sistema nervioso central. El intestino es capaz de tomar sus propias decisiones.

"El sistema nervioso entérico se conecta con el sistema nervioso central. Es por eso que el intestino puede responder y presentar síntomas bajo algunas condiciones como la ansiedad y la depresión. El diagnóstico de un intestino irritable tiene que ver con el estado emocional de la persona, por eso, bajo episodios de estrés, se pueden presentar síntomas como diarrea o cólico abdominal", dice Ana María Leguízamo, gastroenteróloga de la Pontificia Universidad Javeriana.

Como el intestino, hay otro órgano del que se comienza a hablar y a adelantar estudios, conocido ahora como la microbiota humana (antes flora intestinal). La microbiota es el conjunto de bacterias que habitan en el cuerpo humano, no solo en el aparato digestivo como el intestino (microbiota intestinal) sino también en otras regiones del cuerpo como la piel (microbiota cutánea).

"Este órgano apenas lo estamos conociendo. Tenemos microbiota en prácticamente toda la superficie del cuerpo, tanto interna como externa. La tenemos en la piel, en las manos, en la boca, en las fosas nasales, en la garganta, en el esófago, estómago, intestino delgado y en el grueso o colon", explica Rómulo Vargas Rubio, jefe de Gastroenterología del Hospital Universitario de San Ignacio y docente en la Javeriana.

En el cuerpo hay más bacterias que células y eso ya dice mucho de la importancia de la microbiota. Estas bacterias son benéficas y están allí para balancear y proteger de las que son patógenas. De hecho, regulan el sistema inmune, como aseguró María Angélica Maya, especialista en enfermedades infecciosas y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.

"Cuando nosotros no tenemos una microbiota saludable habrá problemas para defendernos contra algunas bacterias. Las bacterias benéficas son como la policía en un pueblo que vigila y da órdenes, protege sus espacios y dice que los malos se tienen que ir. Si hay más malos que policía, cogen terreno y ahí es donde ocurren cosas malas. Ellas regulan todo el tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano", agregó.

Estas bacterias defienden al cuerpo de bacterias patógenas como la salmonella que se contagia a través de alimentos como carnes, huevos, frutas y vegetales contaminados. Sin embargo, si hay una microbiota enferma, los problemas van más allá de eso.

Enfermedades relacionadas a la microbiota

La microbiota desequilibrada con más bacterias patógenas que benéficas es diagnosticada como disbiosis. De este desbalance pueden aparecer enfermedades del cerebro, corazón, pulmones, huesos, músculos, piel y otras más. "Hay varios ejes en el cuerpo que son: intestino-cerebro, intestino-pulmón, intestino-corazón y otros, que se ven afectados. Una persona con disbiosis puede presentar alteraciones en la piel como acné y rosácea hasta pérdida de masa muscular, osteoporosis, artrosis, enfermedades renales, metabólicas, cardiovasculares como falla cardiaca, daños en los pulmones y en el cerebro como alzhéimer y párkinson y patologías psiquiátricas como esquizofrenia", expresó el médico Andrés Felipe Reyes de Laboratorios Heel, quien ha investigado sobre la microbiota por más de 12 años.

Los síntomas de una microbiota enferma (desequilibrada) son variados, pero los más frecuentes son diarreas o estreñimiento, distensión y dolor abdominal, flatulencias, eructos, cólicos y dispepsia (malestar estomacal).

Otros que agrega Edilberto Núñez, médico internista gastroenterólogo son: "alteración en la absorción de ciertos alimentos que pueden cursar con presencia de anemia o alteraciones en la coagulación. Los síntomas son variados y dependen de la severidad de la alteración del microbioma intestinal".

¿Cómo cuidarla?

La microbiota intestinal se puede dañar de muchas formas, dice María Angélica: "Si comemos una alta cantidad de un patógeno a causa de un alimento mal cocido o si tomamos agua no potable. Una manera muy famosa es la del uso indiscriminado de antibióticos, porque las personas creen que con estos antibióticos van a matar los virus que tienen y lo único que hacen es que las bacterias benéficas de la microbiota se mueran y las patógenas lleguen a ocupar esos espacios", dice Maya.

Una enfermedad asociada al uso indiscriminado de antibióticos o por efecto secundario de los mismos es la colitis por Clostridioides difficile (C. difficile) que produce una inflamación en el intestino y genera diarrea y cólico. De hecho, se ha evidenciado que algunos antibióticos pueden causar daño en algunos órganos como el colon. Hay otros que son esenciales para tratamientos como la hipertensión que pueden causar colitis, pero es rara la vez que ocurre, dice Rómulo Vargas Rubio.

Edilberto Núñez explica que el colon es un órgano esencial en los humanos y puede ser sensible a varios medicamentos. "Algunos antibióticos como la clindamicina y analgésicos potentes y eficientes como el naproxeno, diclofenaco, incluso la misma aspirina pueden afectar el colon, ya que alteran su mucosa del colon y los vasos que la nutren", expresó.

Otros medicamentos analgésicos como el tramadol, morfina, codehína, pueden generar efectos en el colon como el estreñimiento. También antidepresivos y otros más. La invitación es a que consulte a su médico antes de consumir cualquier medicamento.

Los malos hábitos como una alimentación con productos industrializados, de paquete, embutidos, bebidas gaseosas también pueden desequilibrar la microbiota.

"Otros asuntos son el estrés y el no dormir bien. Si ocurre esto puede haber un desbalance en la microbiota intestinal", expresó el médico Andrés Reyes. Una alimentación balanceada, hacer ejercicio, no automedicarse con antibióticos pueden ser útiles si tiene la microbiota enferma.

"Una dieta balanceada puede ser una buena porción de macronutrientes, incluyendo carbohidratos compuestos, que incluya proteínas de fuente animal y grasas saludables, evitando las saturadas y las trans. A eso hay que sumarle la actividad física", aseguró Edilberto Núñez. Sin embargo, a todas las personas no les caen bien los mismos alimentos y esto se debe a la tolerancia alimentaria. "Una persona puede tolerar ciertos alimentos mejor que otros", dice Andrés Reyes.

Probióticos, la ingesta de bacterias benéficas vivas Para mejorar el desbalance de la microbiota otra opción es la ingesta de probióticos, que son microorganismos vivos que se pueden encontrar en algunos alimentos fermentados (como yogures y lácteos) o también se encuentran como suplementos dietéticos.

Si bien los probióticos han demostrado algunos avances para mejorar la diarrea por consumo de antibióticos y, recientemente también se comprobó que pueden evitar gripas, según la investigación Probióticos para la prevención de infecciones agudas de las vías respiratorias superiores publicada este año en la Library of Medicine, estos todavía requieren de más estudios para sus presuntos beneficios que corren tan rápido entre las personas.

El País de España entrevistó a Francisco Guarner, digestólogo y miembro del comité científico del Consorcio Internacional del Microbioma Humano quien señaló que los probióticos no valen para todo: "los probióticos son útiles, pero no todos sirven para todos y algunos no valen para nada".

"En las farmacias de Colombia algunos los venden como viales en plástico individuales para aplicarlos por vía oral y los catalogan como suplementos nutricionales. Algunas farmacéuticas prefieren presentarlos así porque desde el Invima piden más requisitos para medicamentos que para suplementos. Sin embargo, todavía hay muchos vacíos en ellos y se deben investigar más. ¿Quién me asegura que un yogur con probióticos va a tener bacterias vivas? y si están muertas no sirven de nada", expresó María Angélica.

Por su parte, el médico Reyes expresó que si bien algunos alimentos traen probióticos, el consumo de estos como suplemento puede funcionar mejor porque los trae en las cantidades necesarias, por ejemplo, para erradicar la diarrea en las personas.

"Algunos de estos tipos de probióticos tienen más evidencia científica para regular la microbiota intestinal. Estos funcionan porque al intestino llegan una cantidad específica de bacterias que combaten las patologías que están provocando los síntomas en la persona", aseguró el médico.

También aseguró que se ha observado que los probióticos pueden beneficiar a pacientes con síndrome de colon irritable u otras enfermedades inflamatorias intestinales porque hay alimentos con probióticos que no pueden ingerir.

La salud estomacal es un universo total y la evidencia es que hay más bacterias de la microbiota que células en el cuerpo. Este sistema gastrointestinal debe protegerse. Pensar desde y con el estómago le puede salvar la vida.


Fuente: El Colombiano