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El Tiempo, público un artículo sobre el cáncer de pulmón citando a Alejandra Cañas, neumóloga del HUSI

El tiempo | 20 de febrero del 2019
 
"Los cánceres de pulmón matan a más personas en América Latina que cualquier otro tipo de cáncer", de esta manera empieza el estudio titulado ‘El Cáncer de Pulmón en América Latina: Es hora de dejar de mirar hacia otro lado', realizado por The Economist y el cual fue uno de los protagonistas del Foro ‘Innovando para respirar: Retos y oportunidades en cáncer de pulmón en Colombia', llevado a cabo por Foros EL TIEMPO y apoyado por Productos Roche.
Según el estudio, "la conciencia y la detección temprana suelen ser insuficientes: más allá de una comprensión cada vez más amplia de los peligros del tabaco, en los países estudiados, la conciencia general sobre la mayoría de los riesgos y síntomas del cáncer sigue siendo inadecuada, en particular fuera de los grupos demográficos mejor educados".
 
La doctora Alejandra Cañas, neumóloga del Hospital Universitario San Ignacio, fue una de las panelistas del evento. Ella se centró también en los últimos datos de Globocan (Global Cancer Observatory, por sus siglas en inglés), dados a conocer en septiembre de 2018, año para el cual hubo 18,1 millones de casos nuevos de cáncer, de los diferentes tipos. De estos nuevos cánceres (llamados también ‘incidencias'), el cáncer de pulmón representó el 11,6% del total.


 
"Estos casos no tienden a disminuir, sino por el contrario a aumentar. Y a pesar de que la incidencia del tabaquismo ha disminuido, la Organización Mundial de la Salud calcula que para 2030 habrá más de 2.500 millones de fumadores en el mundo", explica la doctora Cañas y agrega que "el cáncer de pulmón se asocia a otros factores de riesgo diferentes al tabaco, aunque este sigue siendo de lejos el factor principal tanto para el que fuma como para el que le fuman al lado, a quien durante muchos años se llamó fumador pasivo, pero ahora se le llama fumador de humo de segunda mano porque el riesgo que sufre es el mismo del de un fumador".
 
Además, este tipo de cáncer tiene un agravante: su invisibilidad. De acuerdo con la neumóloga, aunque otros tipos de cánceres, como el de mama, tienen menor incidencia, también "tienen más visibilidad. Las mujeres nos cuidamos más, vamos y pedimos los exámenes y lo tenemos más en el radar. El cáncer de pulmón está más oculto y si la persona además no fuma, es un cáncer que queda absolutamente fuera del panorama del paciente, de la familia y de los servicios de salud".
 
A la invisibilidad se le suma el estigma. El estudio de The Economist asegura a la estigmatización social "dificulta varios de los elementos que ayudan a controlar" este tipo de cáncer. En nuestra región una gran mayoría de personas cree que quienes sufren cáncer de pulmón son culpables de su enfermedad por haber fumado en algún momento de su vida. Según el doctor Luis Raez, director médico del Memorial Cancer Institute de Florida, citado por la publicación, "la condena social es un problema enorme. En América Latina, al igual que en otros lugares del mundo, consideramos que el cáncer de pulmón es culpa de quien lo padece. Ellos eligieron hacerse daño. No tenemos compasión".
 
"En consecuencia", dice el estudio, "el cáncer de pulmón parece tratarse como una neoplasia de segunda clase, con una cantidad de fondos dedicados para su investigación que es muy escasa en comparación, por ejemplo, con la carga de esta enfermedad sobre el sistema de salud".
 
Otra de las consecuencias de este estigma es que "suele destinarse menos dinero para los cánceres de pulmón que para otros debido al oprobio social. Además, la condena social hace que algunas de las personas que presentan síntomas tarden en pedir asistencia médica, lo que aumenta el problema del diagnóstico tardío", asegura el doctor Gilberto Lopes, director de oncología global de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, citado en el estudio.
 
La doctora Cañas se sumó a estas afirmaciones al decir que "en el cáncer de pulmón, en especial en el paciente que fuma, existe el estigma social de "se lo buscó y de malas". En ese aspecto hay que mirar para atrás y darnos cuenta de que fumar es una adicción difícil de tratar. Entonces cuando al fumador le da cáncer de pulmón no hay que decir "se lo buscó", acojámoslo. Nadie fuma pensando en que le va a dar un cáncer de pulmón. Por eso, les da temor consultar y ese señalamiento que la misma persona se hace y de la sociedad, ha hecho que sea un cáncer menos visible en las mesas de las políticas de salud pública".
 
Fuente: El tiempo