Temas
del Mes

Editorial Humildad y compasión
Por: Julio César Castellanos Ramírez - Director General
Mar 04 2020
vistas
Una virtud y un sentimiento, dos elementos para enriquecer nuestro trabajo diario.
 
Humildad, según el Diccionario de la Lengua española: "Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento". Es evidente que ser humilde es sinónimo de ser prudente y realista. Para serlo debemos conocernos muy bien y actuar de manera que nuestras limitaciones no causen dificultades a otros y que les brindemos el mejor servicio con nuestras cualidades. 
 
Ser humilde, lejos de como algunas personas piensan, está asociado a una gran autoestima: no es lo mismo reconocer las limitaciones que sentirnos menos o incapaces.
 
Humildad es compatible con sentir orgullo de nuestra condición humana, conocimientos, capacitación y capacidades, ya que la esencia humana tiene fortalezas y debilidades, y reconocer unas y otras es el primer paso al éxito. Ningún proyecto, sea individual o colectivo, tiene éxito si no se aprovechan las fortalezas y se cuidan las debilidades, por tanto, la humildad es un paso seguro al triunfo.
 
Mucho se ha escrito sobre la humildad, pero con frecuencia por no conocer su definición, la practicamos menos de lo que deberíamos. Bien decía Sócrates que el orgullo divide a los hombres, la humildad los une. Y es evidente, porque solo al reconocer aquellas limitaciones entendemos la necesidad de vivir en comunidad. En una Institución como nuestro querido Hospital, es necesario entender que como individuos no podemos hacer bien todo lo que el paciente y su familia necesitan, por lo tanto, debemos aceptar generosamente la necesidad del trabajo en equipo y el valor que cada persona tiene como complemento y aporte en ese equipo.
 
Procuremos que cada día en nuestro trabajo seamos humildes, en el servicio a los usuarios y usuarias, en la relación con los compañeros y compañeras de trabajo, para que consolidemos con mayor fortaleza los lazos de nuestro Hospital. 
 
Pero poco podemos hacer con nuestra humildad, si no manifestamos en nuestro trabajo compasión, la cual se define en el Diccionario de la Real Academia como: "Sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias"
 
Con alguna frecuencia escuchamos que quienes trabajamos en hospitales no tenemos compasión, ello nos choca y nos sentimos incomprendidos o incluso consideramos que la gente es desagradecida, porque en el fondo de nuestros corazones sabemos que sí somos compasivos y que muchos escogimos trabajar en el área de la salud como proyecto de vida en desarrollo de los valores propios de servicio.
 
A pesar de la necesidad de mantenernos fuertes, es necesario que, atendiendo el llamado al servicio humanitario y humanizado, no baste con pensar que somos compasivos, porque brindamos un cuidado distante y muy profesional a nuestros pacientes y sus familias. No basta con estremecerse, es preciso detenerse, acercarse, ofrecer nuestra presencia, servicio, solidaridad y entrega. Como hace varios años anotó el escritor francés Anatole France: "La compasión es lo que nos hace verdaderamente humanos y nos impide convertirnos en piedra, como los monstruos de impiedad que aparecen en los mitos". Es fundamental hacer sentir que nuestra calidad se acompaña de la calidez, que hace sentir a pacientes y familias que lo que hacemos, lo hacemos por amor y con gusto. 
 
Para terminar, una frase encontrada en la WEB para reflexionar profundamente sobre estos temas: "Aquí radica la grandeza oculta y transformadora del Amor. Que vive solo en el corazón humilde, compasivo y libre de ego". Por tanto, les invito a vivir conscientemente nuestro trabajo diario con humildad y compasión.