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DÍA MUNDIAL CONTRA LA HEPATITIS: prevención, tratamiento y esperanza

Fecha de publicación: 2-Ago-2024

El 28 de julio de cada año se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, fecha establecida en honor al nacimiento del científico y profesor estadounidense Baruch Samuel Blumberg, premio Nobel en Medicina, quien descubrió el virus de hepatitis B. En el Hospital Universitario San Ignacio, queremos que conozcas más sobre esta enfermedad que afecta al hígado, cómo prevenir su contagio y qué hacer en caso de haberla contraído. 

 


¿Qué es la hepatitis? 
 
La hepatitis es la inflamación del hígado, que ocurre cuando hay una lesión o cuando hay una infección. La inflamación puede dañar los órganos lesionados. Se han descubierto al menos 5 tipos de hepatitis  infecciosa: A, B, C, D y E causadas por virus. Todas las variantes de la hepatitis pueden causar infección aguda e inflamación del hígado, pero la infección por los virus de la hepatitis B, C y D pueden provocar hepatitis crónica que, si no se trata a tiempo, puede desarrollar cirrosis o cáncer de hígado. 
 
¿Qué suele causar la hepatitis? 
 
Cada hepatitis tiene distintas causas. La Hepatitis A y E generalmente se transmiten a través de alimentos (como la carne de cerdo mal cocida, carne de venado o mariscos), y agua contaminada por las heces de una persona previamente infectada.
 
La hepatitis B, la hepatitis C y la hepatitis D, se trasmiten a través del contacto con la sangre de una persona infectada y también pueden adquirirse por contacto con otros líquidos corporales como el semen. Este contacto puede ocurrir de muchas maneras, incluso al compartir agujas para administrarse drogas o al tener relaciones sexuales sin protección. El virus de hepatitis D, sólo puede causar hepatitis en personas que estén infectadas por el virus de hepatitis B, dado que necesita de este virus para replicarse. 

¿Cuál es la probabilidad de contraer hepatitis?
 
La probabilidad de contraer esta enfermedad varía dependiendo del tipo de hepatitis. Sin embargo, es importante resaltar que un factor de riesgo para cualquier persona es tener relaciones sexuales sin protección o utilizar drogas inyectadas. 
 
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis?
 
Puedes reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata de la siguiente manera:
 
Algunas personas con hepatitis no presentan síntomas y, por lo tanto, no saben que están infectadas. Si los síntomas llegasen a aparecer, podrían incluir: 
  • Fiebre
  • Fatiga
  • Pérdida de apetito
  • Náusea o vómitos
  • Dolor abdominal
  • Orina oscura
  • Heces de color arcilla
  • Dolor en las articulaciones
  • Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos)
 
 
Duración de la enfermedad:
 
Si contrae una infección aguda, los síntomas pueden comenzar entre 2 semanas y 6 meses después de haberse infectado. Si el contagio causa una infección crónica, es posible que no tenga síntomas hasta muchos años después. 
 
¿Se puede prevenir? 
 
La hepatitis B es una infección causada por un virus (llamado virus de la hepatitis B o VHB). Es grave y no tiene cura, pero lo bueno es que es prevenible. Puedes protegerte aplicándote la vacuna contra la hepatitis B y teniendo sexo seguro. De igual forma, se invita a las mujeres gestantes a solicitar la prueba de la hepatitis B durante el periodo de gestación y a verificar que sus hijos e hijas hayan sido vacunados contra la hepatitis B en las primeras 12 horas después del nacimiento, además de continuar con el esquema de vacunación para la prevención de esta infección.  
 
El virus de hepatitis A también es inmunoprevenible y se debe aplicar en personas con riesgo de infectarse por este virus como viajeros, niños y adultos que viven en áreas sin agua potable, u hombres que tienen sexo con hombres. 
 
Los esfuerzos para combatir la hepatitis viral deben centrarse en crear conciencia sobre la enfermedad. Como entidad de salud, el Hospital Universitario San Ignacio invita a mejorar la prevención mediante la promoción de la vacunación, las prácticas sexuales con protección, el cuidado en el uso de agujas o inyecciones, además de garantizar el acceso equitativo a las pruebas y al tratamiento para todos aquellos que lo necesiten.