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He pensado que…
Por: Padre Eugenio Antonio Gómez Caycedo, S.J.
Jun 13 2018
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He pensado que… en la definición del Trabajo en equipo, de nuestra Cartilla Institucional, "priorizar los objetivos comunes sobre los individuales" es algo de suma importancia.

"Capacidad para trabajar de manera efectiva con los demás, a fin de lograr metas comunes. Implica generar ideas que agreguen valor a los resultados de la organización y priorizar los objetivos comunes sobre los individuales".

La crisis de los partidos, que estamos viviendo en Colombia, a raíz de las elecciones, se debe, en gran parte, a que se anteponen los intereses individuales a los de la colectividad y a que la adhesión a un grupo determinado, no nace del compromiso con objetivos orientados al bien común.

Nuestra vinculación al HUSI puede haber sido resultado del azar; pero, una vez que aceptamos ser miembros de la Institución, y de un servicio concreto, nos comprometemos con unos objetivos comunes a los cuales damos prioridad.

Lo primero es conocerlos: porque como dice el adagio latino "ignoti nulla cupido": "no se desea lo que no se conoce"; pero, además, es preciso valorarlo, pues "al que le gusta le sabe". Para que sea posible, son muchos los medios que se nos ofrecen en el Hospital, por ejemplo, las "Olimpiadas del Saber", "la Cartilla Institucional", "la Página Web", este "Boletín Lo Nuestro", la "Reunión General" en la cual da información el Director sobre el Hospital", etc.

Pero, dado que nuestro vínculo con el HUSI se realiza en un servicio concreto y en uno o más grupos de trabajo, se requiere algo más que conocimientos y adherencia a unos principios y es lo que llamamos trabajar en equipo.

El trabajo en equipo tiene que ver con la afectividad más que con la efectividad. Un robot o quien se comporta como tal, puede ser muy eficiente, pero en un equipo humano se requiere corazón: los miembros del equipo deben comportarse como compañeros, como amigos.

Refiriéndose a la Compañía de Jesús, se ha ponderado mucho la eficiencia de la organización, se la ha comparado con un ejército al mando de un general, donde el valor primordial es la obediencia al jefe. Sin embargo, lo que quisieron los fundadores fue una "compañía" de "compañeros", de amigos unidos por un deseo común, cuyas decisiones eran fruto del discernimiento en común y del diálogo, en el cual hubo diversidad de pareceres y de personalidades.

El equipo necesita normas y dirección; y aunque Ignacio de Loyola, soñó con un grupo de personas que se rigieran por la "ley interior" que Dios infunde en los corazones, tuvo que establecer toda una legislación y crear una organización compleja, que gobernó hasta su muerte, por encargo de sus compañeros. Cuando Javier le dio su voto para elegirlo como general, escribió: votó por "nuestro antiguo y verdadero Padre, Don Ignacio, el cual, pues nos juntó a todos no con pocos trabajos, no sin ellos nos sabrá mejor conservar, gobernar y aumentar de bien en mejor".

En el HUSI se realizan frecuentes evaluaciones, una de las cuales es la "del Clima laboral", que permite saber cómo se trabaja en los equipos. Hay aspectos muy positivos. Hay también otros que pueden mejorarse. Pero una condición para avanzar en la satisfacción es que todos seamos conscientes de que como miembros que somos de un equipo no podemos pensar que en los buenos o malos resultados no tenemos nada que ver. Los equipos en el HUSI deben caracterizarse por el compañerismo, por la solidaridad y apoyo muto, por el interés de unos por otros y por el aprecio y el respeto que se gana cuando se prodiga.