Remontémonos al año 1942 cuando el Padre Félix Restrepo, S. J., junto con un grupo de padres de familia y médicos dio inicio a nuestro Hospital y a las Facultades de Medicina y Enfermería de la Javeriana. El homenaje que hoy se rinde al Padre Félix, al cumplirse medio siglo de su fallecimiento, debe ser la ocasión de pensar en la innumerable cantidad de personas que han trabajado en el HUSI a lo largo de los ya casi 75 años que han transcurrido desde la fundación.

 

La costumbre que tenemos de hacer periódicamente un reconocimiento a quienes han completado 5, 10, 15, 20, 25, 30 y 35 años de servicio continuo en nuestro Hospital, es una manera de afirmar que esa larga historia del Hospital es el resultado del compromiso de muchos que, a lo largo de los años, han vivido lo que una y otra vez se repite en nuestro himno: que "somos familia en el HUSI", que "trabajamos día a día con tesón" y que "a pesar de la adversidad el triunfo logramos alcanzar".

 

En las reuniones de pensionados es muy agradable escucharles hablar con cariño de las personas que fueron sus compañeros y de sus pacientes; y verlos comentar, con los que hoy son sus jefes, las anécdotas de los años en que algunos de ellos fueron sus estudiantes consentidos.

 

La participación en las recientes Olimpiadas del Saber, ha dejado ver el gran interés que se tiene en conocer el Hospital, su historia, el trabajo de unos y de otros, sus aportes y sus logros. Es admirable el ambiente de alegría, la capacidad para jugar y aceptar los resultados de las competencias y para reconocer las propias fallas y aplaudir a los que superan las pruebas. Y pensar que esas personas que ríen y juegan son las mismas que, día a día, llevan a cabo con toda seriedad sus trabajos, se autoevalúan y se proponen metas cada vez más ambiciosas, siempre pensando en "amar y servir" con calidad y calidez a todos sin distinción.

 

Al recordar al Padre Félix Restrepo se ha traído a cuento uno de sus discursos, pronunciado por él, a propósito de la tragedia del 9 de abril de 1948 en Bogotá. Transcribo aquí un párrafo que viene muy bien para la situación que vive hoy nuestro país:

 

"No podemos hablar de fiestas ante el espectáculo de la patria enlutada, porque ha perdido muchos de sus queridos hijos; …Pero tampoco podemos encogernos de hombros con un sentimiento fatalista… Todos los colombianos tenemos que hacer acto de presencia ante el dolor maternal de nuestra patria y ponernos resueltamente a su servicio" (Astros y Rumbos - Discursos académicos, P. Félix Restrepo, S.J.).