Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cada año en el mundo se registran alrededor de 15 millones de nacimientos prematuros, lo que representa aproximadamente uno de cada diez nacidos vivos. Adicionalmente, la prematuridad tiene gran importancia debido a que es la principal causa de mortalidad en menores de un año en el mundo.
 

• Prematuro extremo (menos de 28 semanas).
• Muy prematuro (de 28 a 32 semanas).
• Prematuro entre moderado y tardío (de 32 a 37 semanas).
   

Algunas complicaciones que tienen los recién nacidos prematuros
 

• Problemas respiratorios:
  Debido a que el pulmón presenta déficit de surfactante pulmonar (sustancia que reduce la tensión superficial de los alveolos evitando que estos colapsen).
   
• Problemas digestivos:
  La inmadurez del sistema digestivo puede causar dificultades para alimentarse y absorber nutrientes, lo que conlleva el requerimiento de nutrición parenteral (por sonda).
   
• Problemas infecciosos:
  El sistema inmunológico está menos desarrollado y por lo tanto son más susceptibles a procesos infecciosos.
   
• Problemas cardiovasculares:
  Los recién nacidos prematuros presentan la tensión arterial baja, por lo que es necesario su control y, en algunos casos, el uso de medicamentos.
   
• Problemas neurológicos:
  Tienen un mayor riesgo de hemorragias cerebrales y de desarrollar afecciones neurológicas a largo plazo, alteraciones en neurodesarrollo y anomalías de los vasos de la retina.

El pronóstico de los recién nacidos prematuros varía según las complicaciones concretas que presenten y su gravedad. Por lo anterior, es fundamental que la atención de este grupo de pacientes se realice en instituciones con personal y tecnología especializada y en la que adicionalmente se implemente el Método Canguro. En nuestra Institución, la estrategia ha demostrado los siguientes beneficios:

• Disminución de la mortalidad, se estima que el método disminuye la mortalidad neonatal previo al alta en cerca de 40%.
• Estabilización de signos vitales, mayor ganancia de peso, perímetro cefálico y talla.
• Fortalecimiento del vínculo madre-hijo.
• Inicio temprano y mayor duración de lactancia materna exclusiva.
• Menor probabilidad de presentar trastornos conductuales y de neurodesarrollo a largo plazo.
• Disminución de complicaciones relacionadas con la prematuridad como infecciones e hipotermia.
• Reducción del estrés y ansiedad para el paciente y sus padres.
• Disminución de la estancia hospitalaria y los consecuentes beneficios financieros para el sistema de salud.